martes, 7 de agosto de 2007

VPO y alquiler social





Creo que ya me habéis oído decir en otras ocasiones que la única solución razonable para un problema puntual de acceso a la vivienda , por tener ingresos insuficientes, es el alquiler social. El alquiler debería ser proporcional a los ingresos y depender del patrimonio del solicitante. Esto haría poco interesante para una persona con un aumento importante de ingresos, o de patrimonio, seguir ocupando la vivienda, y esta volvería a estar disponible para alguien que realmente la necesitase.


He oído en otras tantas de esas veces -aunque yo sigo sin creérmelo- que no es viable edificar únicamente vivienda de alquiler social y que es imprescindible edificar VPO, sobre todo VPO.


La VPO, por su naturaleza de vivienda en propiedad, no es una solución adecuada a este problema, y se ha convertido en una subvención a fondo perdido a unos pocos afortunados por el azar pagada entre todos.



El Departamento de Vivienda del Gobierno Vasco a diferencia de lo que ocurre en el resto del Estado, está impulsando la vivienda de alquiler social y ha avanzado mucho en poner parches para evitar los abusos derivados de la VPO en propiedad.


Por ejemplo, los sorteos son públicos -con lo que se evita la adjudicación directa del promotor con dinero negro por debajo de la mesa- y la VPO nunca deja de serlo -y por lo tanto no puede venderse más adelante en el mercado libre. Además los propietarios de un piso protegido deberán de abandonarlo si adquieren otra vivienda (Los propietarios de una vivienda de protección oficial que compren otro piso en el mercado libre -como residencia habitual o para las vacaciones- tendrán que abandonar la VPO y vendérsela al Gobierno vasco, que pagará por ella el precio público estipulado en ese momento y la volverá a sortear a través de Etxebide.) El Correo. Mayo de 2007.

Me parece muy bien y mandado por el sentido común: Si el dueño de una VPO tiene dinero para comprarse una casa de veraneo, debería entonces acceder al mercado libre y dejar su VPO disponible para alguien que la necesite de verdad. Claro que esto no impide que el dueño de una VPO tenga un Porsche Cayenne -que cuesta casi como una casa de veraneo- o que se vaya todos los años de vacaciones a dar la vuelta al mundo.Hay que estar vigilantes.



Es una lástima para mi sin embargo, que el Departamento de Vivienda no se decida a impulsar mas decididamente el mercado de alquiler y siga ofreciendo mas ayudas a la vivienda en propiedad : Ejemplos de esto son que sigue sin aplicar estas medidas a los inmuebles heredados, y que tampoco si hay una mejora sustancial en los ingresos o el patrimonio se obliga a vender la VPO, quedando esas viviendas en manos de los afortunados en el sorteo, aunque ya no la necesiten y haya cientos esperando.

Me repito para terminar: Hay que potenciar a tope el alquiler social , de vivienda nueva o sacando al mercado vivienda que vacía que fehacientemente no se usa , un alquiler proporcional a los ingresos y dependiendo del patrimonio del / los solicitantes. Y dedicar a esto el grueso de las energías y del dinero de todos que dedicamos a la vivienda.



Iñaki.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se impone utilizar las viviendas vacías, impulsar la nueva edificación sólo en casos estrictamente necesarios, impulsar los alquileres, establecer límites a los precios de los alquileres y garantizarnos el derecho a vivienda sin dejarlo al capricho del azar, porque los derechos no se sortean.

En fechas recientes, el Ararteko de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa demandaba «una apuesta decidida por la vivienda protegida en alquiler, incrementando sustancialmente y mejorando cualitativamente la oferta de vivienda protegida en alquiler, destinando de forma preferente al alquiler protegido los recursos públicos, buscando fórmulas de promoción y gestión de viviendas en alquiler que permitan la creación eficiente de parques públicos de vivienda en alquiler y haciendo esfuerzos para generar una oferta más atractiva del alquiler e implicando a las entidades locales para que participen en este proceso dotándose de programas específicos sobre vivienda protegida en alquiler». Iñigo Lamarca añadía que «se favorezca la aplicación de sistemas que primen la baremación sobre el actual sorteo, con objeto de priorizar en la adjudicación de viviendas protegidas a quienes más necesiten una vivienda, garantizando en todo momento la función social de las viviendas protegidas» y que «las políticas fiscales deben favorecer que las viviendas vacías salgan al mercado». Coincidimos con las afirmaciones de Iñigo Lamarca, aunque matizaríamos algunas de ellas, como es el caso de cómo saldrían las viviendas vacías al alquiler social. Creemos que en ningún caso se deben impulsar iniciativas como el programa Bizigune, ya que se produce un trasvase de dinero público a manos privadas, además de cronificar la especulación a costa de la vivienda vacía existente.

Además, añadiríamos un par de observaciones y medidas al informe defendido por Iñigo Lamarca. Por un lado, no nos cansaremos de decirlo: no hace falta construir más para satisfacer la necesidad de acceso a primera vivienda. Con las 255.263 viviendas infrautilizadas existentes en Euskal Herria es más que suficiente para satisfacer el acceso a primera vivienda de toda la población. El seguir construyendo sólo favorece la especulación y un urbanismo salvaje. Por otro lado, añadiríamos también al informe del defensor del pueblo que creemos que es obligatorio establecer un límite a los alquileres. Tanto al protegido que demandamos como al del mercado. No es de recibo que haya particulares que cobren alquileres que rondan los 900 euros al mes. Al alquiler hay que establecerle un límite. La solución no va a venir de ofrecer más ayudas a los alquileres, por desgravaciones en el IRPF... Esos son parches que mantienen la espiral especulativa, ya que esos recursos públicos acaban en los bancos y cajas a través del pago de hipotecas o en los bolsillos de propietarios que arriendan sus inmuebles a precios desorbitados de mercado. Se impone establecer un límite a los alquileres y ofertar suficiente alquiler para evitar estos parches.

Aun teniendo en cuenta que entre las medidas propuestas por el Ararteko y la que a juicio de Elkartzen sería la fórmula ideal para atajar el problema de la vivienda hay diferencias evidentes, nos alegramos de que Iñigo Lamarca haya hecho públicas las conclusiones de este informe, ya que en muchas de ellas coincidimos. Desde Elkartzen le invitamos a que siga en esa dirección, apoyando las demandas de los movimientos sociales. Y es que las medidas que hemos enumerado no son nuestro recetario exclusivo, sino que las viene demandando la mayoría sindical y social de Euskal Herria.

Le invitamos a Iñigo Lamarca a ir más allá; a que presione a las instituciones y a los partidos políticos que las sustentan para que estas medidas se vayan haciendo realidad. Y le invitamos a que se empeñe en ello por encima de todas las mentiras y distorsiones que se están vierten desde instancias responsables en materia de vivienda. Nos referimos a los responsables en materia de vivienda del Gobierno de Lakua, el señor Dean y el señor Madrazo, que han vuelto a ponerse medallas por su política de vivienda y se lavan las manos en las críticas del informe del Ararteko. Ante esto, solicitamos a Iñigo Lamarca que no se pliegue, ya que las afirmaciones de Madrazo y Dean no se ajustan a la realidad. Y es que no podemos admitir que estos responsables nos digan que la política de vivienda del Gobierno de Lakua es satisfactoria cuando casi 100.000 personas no tienen cómo acceder a su primera vivienda en la CAV. Tampoco podemos entender que se justifiquen los sorteos argumentando que no hay suficiente oferta de vivienda protegida, cuando existen en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa más de 150.000 viviendas infrautilizadas, que podrían constituir la oferta adecuada para esas personas necesitadas. Esta oferta nunca crearía guettos -otra de las incorrecciones vertidas por Dean y Madrazo-, ya que ese parque infrautilizado está diseminado por todos nuestros barrios, pueblos y ciudades. A estos señores les queremos decir que ya es hora de que empiecen a trabajar y que se dejen de fotos de cara a la galería y de justificar sus actuaciones. La inmensa mayoría de los movimientos sociales y sindicatos, el Consejo Económico y Social, el Ararteko... les están exigiendo que hagan realidad el derecho a vivienda. Para ello, se impone la utilización de las viviendas vacías, impulsar la nueva edificación sólo en casos estrictamente necesarios, impulsar los alquileres, establecer límites a los precios de todos los alquileres, y garantizarnos el derecho a vivienda sin dejarlo al capricho del azar, porque los derechos no se sortean.

Por último, solicitamos a las nuevas instituciones que se constituyen tras las elecciones que garanticen los derechos sociales, entre ellos el de la vivienda. Para ello, les exigimos que opten por las soluciones que se proponen desde los movimientos sociales priorizando la voluntad popular, dejando a un lado iniciativas como las de inventarse ciudades como es el caso de Gendulain en Nafarroa Garaia, o herramientas como la Ley del Suelo aprobada en el Parlamento de Gasteiz por IU, EA, PNV y PSOE, que sólo reglamenta la posibilidad de hacer negocio de los agentes especuladores como bancos, cajas, inmobiliarias, propietarios de suelo, promotoras, partidos y políticos corruptos...

Anónimo dijo...

Muchos concejales de Ayuntamientos presumen de su política de vivienda agarrándose al argumento de que han hecho muchas VPO en los últimos años. Esta medalla se la cuelgan los representantes de Ayuntamientos y del Departamento de Vivienda del Gobierno de Lakua. Sin embargo, este dato es matizable, ya que dentro de esta calificación de vivienda protegida han incluído chalets de precio tasado y otras promociones tasadas a las que tan sólo podían acceder personas con poder adquisitivo medio-alto, expulsando de políticas públicas a las personas con menos recursos económicos de la ciudad. Además, por mucha VPO que se edifique, eso no asegura el éxito de políticas de acceso a vivienda y además se está ampliando el parque de vivienda de manera no acorde a las necesidades, ya que cada vez es mayor el número de viviendas vacías en la ciudad, con lo que no se ataja la inaccesibilidad y por el contrario sí se ataca a nuestro medioambiente.

No es de recibo que miles de viviendas no estén siendo usadas de manera habitual. ¿Por qué se sigue construyendo? En los últimos años (entre 2001 y 2005), la población ha aumentado un 3% mientras el parque de vivienda lo ha hecho en casi un 10%. Con este ritmo, no es de extrañar que cada vez existan más viviendas vacías. Y no nos vale el argumento de que la composición familiar está variando. Es cierto que cada vez existen más hogares unipersonales, pero esa tendencia no explica por sí sola la diferencia de crecimiento de población y parque de vivienda. Tampoco es válido razonar este aumento por la llegada de inmigrantes entre nosotrosd, ya que mucha de la nueva edificación no se corresponde con las necesidades de ese estrato de la población. ¿O acaso las personas inmigrantes van a ser quienes ocupen los pisos que se están empezando a construir y que van a tienen un precio de salida de mas de 300.000 euros?

El ritmo intensivo de construcción, el número alto de vivienda vacía e infrautilizada y la escasa oferta de vivienda con precios de alquileres asequibles (opción que en Europa se ha mostrado como válida para facilitar el acceso a vivienda) hacen que la política de vivienda actual sea insostenible, por mucha VPO que se construya. Además, esta insostenibilidad se refuerza con los diferentes indicios de especulación en diferentes promociones o las chapuzas en varias cooperativas de VPO en las que a las personas propietarias se les ha obligado a pagar más por su vivienda.

Se hace inevitable hacer una pausa en la nueva construcción. Es necesario hacer un estudio de las necesidades existentes y satisfacerlas a través del parque de vivienda vacía y el alquiler social. Esta forma aliviaría la carga que supone la hipoteca de una vivienda en propiedad y pondría freno a los astronómicos beneficios del sector financiero. Ese alquiler debe ser acorde a los ingresos de los inquilinos.