domingo, 30 de septiembre de 2007

Apuntes para pensar sobre la intervención de Ibarretxe


Es obvio lo que voy a decir porque está en nuestro propio nombre: Plural / Anitzak elkartea. Estos apuntes que cuelgo a continuación , no son una toma de postura grupal, son solamente notas tomadas de articulos de opinión en un intento de formarnos una visión de lo que está pasando. Por supuesto caben muchas más y tambien la tuya si quieres dejarnos un comentario. En momentos de confusión , nada como la serenidad y la escucha. Luego vendrán la toma de postura y la acción.

Javier Ortiz desde el diario "Público", terminaba su analisis sobre la intervención del lehendakari con algo así , resumido con mis propias palabras:" Si Ibarretxe formuló un plan A que es imposible y un plan B que no es viable, tiene que estar pensando forzosamente en un plan C. Y ese plan C sólo puede pasar por su enorme interés en la convocatoria de elecciones autonómicas anticipadas. De entrada, la reacción enfurecida de los partidos con capital en Madrid le beneficia. También en su esfuerzo por marcar la orientación de su propia formación política: mientras el PSOE esté amenazándolo con los tribunales y negando a gritos el derecho a decidir de la población vasca, quienes trataban de propiciar desde dentro del PNV que la gobernación de Euskadi vuelva a los tiempos de Ardanza (es decir, al entendimiento PNV-PSOE) lo tienen más que crudo.".

Por otro lado, en su linea de los últimos meses, queremos recoger la postura de Andoni Unzalu, con quien compartimos mesa en febrero pasado aquí en el Salón Gorbea : Su artículo es " Diez razones para resistir" y dada su extensión os proponemos leerlo pulsando aquí.

On egin!

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin entrar al fondo del asunto, me parece que el articulo de Andoni Unzalu, contiene ciertas interpretaciones interesadas.

La legalidad democratica constitucional, no garantiza nada más que las cosas vayan de una determinada manera. Por cierto, que se diseño sobre las bases de una dictadura franquista. Por garantizar no garantiza ni la libertad de prensa (egin, egunkaria, jueves...). Vamos que son palabras muy bonitas, pero solo eso palabras. De que sirve reivindicar algo si despues te impiden la posibilidad de alcanzarlo?

Además lamentablemente legalidad y legitimidad no son dos conceptos que vayan de la mano.

En el segundo punto, en mi opinion miente descaradamente. Precisamente Ibarretxe desliga ETA de las aspiraciones políticas del nacionalismo. Aboga por quitarle legitimidad a ETA. Ibarretxe puede estar equivocado o no, pero esto es así.

En el tercer punto vuelve a mentir. Se plantea una negociación entre gobiernos y su posterior aprobación por el Parlamento Vasco. Además después referendum. Así que no veo esa intención de usurpar nada.

En el cuarto estoy medio de acuerdo. De acuerdo que es un conflicto entre vascos, pero en desacuerdo con la idea de que se pretendan insitucionalizar los sentimientos. Creo que eso ya se hace y no exclusivamente por tarte del parlamento Vasco. No es nada nuevo. Suponer que un sentimiento por ser "legal" es lo "normal" es suponer demasiado y aprtir de una posición interesada y de ventaja.

el quinto, parte de la idea que la renuncia coyuntural se debe convertir en permanente. Menos mal que mi empresa no parte de la misma premisa, si no mis condiciones laborales serían las mismas que hace 20 años. Y además mi jefe me diría que es lo legal.

Un referendum no es un fracaso. El fracaso no es que los ciudadanos den su opinion. El fracaso es la falta de entendimiento político para que eso sea posible. Pero el interes de determinados políticos por ser los intermediarios y los especuladores de las opiniones de los ciudadanos, no debiera ser obice para que estas se den. Además no olvidemos, que quien en polñitica parte de una posición de ventaja, tiende a mantenerla. En este tema quien se apoya en la contotución y la legalidad es quien la tiene.

Puede que los ciudadanos se enfrenten a la legalidad, pero quien no lo ha hecho para reivindicar lo que cree legitimo? es eso malo? No lo creo!

Me hace gracia que el autor critique al nacionalismo por partir de absolutos y el haga lo mismo cuando dice "vivimos juntos en Euskadi los nacionalistas y los no nacionalistas. Esto es algo tan ajeno a nuestra voluntad como el haber nacido." esto es un hecho coyuntural, no un absoluto.

en fin... me suena al socorrido discurso de siempre que pretende anclarse en la legalidad y la critica dogma, sin darse cuenta que el también parte de sus propios dogmas.

Anónimo dijo...

Buen artículo el de Andoni. Con las ideas claras, pero algo está pasando con este hombre que se está radicalizando.

Anónimo dijo...

Por favor, releer lo de Josu Jon en su comentado artículo "No imponer, no impedir":

"La ruptura del alto el fuego por parte de ETA y su voluntad inequívoca de asesinar, afortunadamente evitada hasta el momento, ha llenado el lenguaje político vasco de expresiones recurrentes. Una de ellas, 'mantener la iniciativa política', parte del convencimiento legítimo de que ETA no puede marcar nuestra agenda política. Para ello, los partidos vascos deberíamos tomar iniciativas para mostrar que no estamos quietos, y que vamos a seguir construyendo el futuro de este país pese a ETA.
ETA va a marcar la agenda. Nos guste o no. En estos momentos en los que la organización terrorista ha tomado la decisión de violentar la democracia en Euskadi, la prioridad es hacerle frente. La primera medida, que hasta el momento está siendo además efectiva, no debe ser otra que la eficacia policial. Si ETA mostrase una voluntad inequívoca de querer poner fin a la violencia, lo cual desgraciadamente no es el caso, el recurso al final dialogado recuperaría su sentido. En las circunstancias actuales, sólo la acción policial y la deslegitimación social y política de su entorno son los caminos que nos permiten trabajar por la paz y la libertad en Euskadi. Ojalá lleguen otros tiempos. Pero, mientras tanto, reconozcamos que sólo su debilitamiento operativo, social y político llevará a ETA a la reflexión necesaria para que opte por cerrar definitivamente su persiana. Lo demás es voluntarismo.
Pese a ello, este país tiene que seguir viviendo, avanzando, forjando su autogobierno y construyéndose. ETA nos marcará la agenda política, pero tenemos que evitar que imposibilite el camino democrático. La cuestión es cómo avanzamos en el autogobierno, en un autogobierno que responda a la voluntad democrática de los vascos y a las necesidades que una sociedad moderna de principios del siglo XXI tiene para desarrollar una identidad abierta, mejorar su creatividad, competitividad y calidad de vida, y mantener una cohesión social.
EAJ-PNV aprobó en octubre de 2005 un documento sobre la pacificación y la normalización política. En él, la apuesta por el futuro del autogobierno vasco toma como clave de bóveda una formulación: no imponer-no impedir. En estas cuatro palabras se resume una filosofía que engarza con la mejor tradición pactista de la historia vasca: pacto entre vascos para alcanzar mayorías en Euskadi superiores a las que obtuvo el Estatuto de Gernika, lo cual nos obliga a acuerdos entre las diferentes sensibilidades y tradiciones políticas que hagan posible esa mayoría (no imponer), y pacto con el Estado a través de un acuerdo para que en la tramitación en Cortes Generales los partidos implicados en el mismo lo aceptemos en su integridad (no impedir). Lógicamente, a esta tramitación sigue el referéndum de ratificación por la ciudadanía vasca. Se cumplen así tres principios: el respeto a la voluntad democrática de los vascos, el respeto a la pluralidad política de la sociedad vasca y el principio de legalidad en base al marco jurídico vigente.
Es una filosofía evidentemente limitativa de unos y de otros. No imponer garantiza la aceptación, en clave de integración política, de la voluntad de la sociedad vasca, pero a su vez limita a la mayoría nacionalista. No impedir, supone dar cauce al reconocimiento jurídico y político de las decisiones adoptadas, limitando a su vez las mayorías de los partidos de ámbito estatal en las Cortes Generales. Se trata, pues, de aceptar, por principio, la fórmula más democrática y más integradora. Este es un camino, un método, en el que podemos y debemos implicarnos para alcanzar acuerdos políticos en Euskadi. Para sostener la iniciativa política e impedir que ETA nos marque la agenda. Como decimos en el Acuerdo de Gobierno que EAJ-PNV, EA y EB suscribimos en junio de 2005, «para alcanzar un consenso integrador en relación con las diferentes visiones y sensibilidades políticas existentes en la sociedad vasca sobre los aspectos cruciales para la normalización política». Consenso que evidentemente sólo podrá ser llevado a cabo entre aquellos que tenemos un firme compromiso en la defensa de la vida humana y rechazamos la violencia como forma de alcanzar fines políticos. Por tanto, iniciativa política sí, en un camino de integración y que nos permita alcanzar de forma efectiva una mayor cota de autogobierno.
El debate sobre el referéndum es otra maraña en la cual podemos perdernos. Lo decíamos en nuestro documento de octubre de 2005: «La consulta es, por lo tanto, el resultado de un proceso en el que no vamos a ahorrarnos ningún esfuerzo. No es, de ningún modo, un arma arrojadiza, ni una excusa de los partidos para delegar en la sociedad la obligación que tienen de trabajar y lograr un acuerdo». La consulta tiene un previo: el acuerdo, tal y como el Acuerdo de Gobierno tripartito de junio de 2005 afirma. El referéndum será la ratificación del mismo. Y en las circunstancias actuales, esta condición de acuerdo previo e integración es el mínimo democrático exigible. Porque no podemos olvidar que, aunque no nos guste, ETA está ahí. Mirando lo que hacemos.
Una consulta ciudadana planteada como escenario de acumulación de fuerzas para una confrontación política es muy discutible, y desde luego contraria al espíritu y a la letra de la posición de EAJ-PNV expresada en el documento de octubre de 2005. Pero en las condiciones actuales es más grave. Puede ser el 'plan b' al que se acoja una ETA, que declare un alto el fuego 'permanente' como los anteriores, esperando que la misma se lleve a cabo. ¿Qué pasaría el día después si no hubiera acuerdo político con el Estado? Visto lo visto durante tantos años, no hace falta ser adivino para imaginar a ETA matando en nombre de la defensa de una presunta voluntad popular no atendida. La consecuencia de todo ello puede ser diabólica. No en nuestro nombre."

Plural Anitzak dijo...

Me dice un vecino por correo electronico que es dificil opinar sin una base sólida: Razón tiene y por ello acepto su propuesta de colgar la propuesta de Juan José Ibarretxe con sus propias palabras. Gracias por la aportación.

Contenido íntegro de la propuesta de Ibarretxe:
"Voy a cumplir mi palabra y voy a plantear una hoja de ruta para "romper la espiral". Es una hoja de ruta con propuestas concretas para abordar la solución del conflicto vasco. Una hoja de ruta que incluye un compromiso y una fecha fundamental, un antes y un después. El próximo 25 de octubre de 2008 la sociedad vasca será consultada para decidir democráticamente. Será la llave que abra un proceso de solución.
Podrá acudir a las urnas, bien para refrendar mediante "consulta ratificadora", con validez jurídica, un Pacto Político que hayamos alcanzado con el Estado. O bien, para realizar una "consulta habilitadora" que traslade un mandato imperativo a todas las partes, ETA, Gobierno español y partidos políticos vascos, con el objetivo de desarrollar un doble proceso de diálogo y negociación que desemboque en el final de la violencia y en la solución del conflicto de normalización política en un tiempo fijado. En este segundo caso, soy plenamente consciente de que esta consulta habilitadora a la sociedad vasca no será jurídicamente vinculante, pero tendrá indudable validez política, social y democrática.
Estos son los pasos y las consecuencias políticas:
Primer Paso:
Oferta de Pacto Político al Presidente del Gobierno español (finalización del período de sesiones en junio de 2008).
Deseo oficializar en este Parlamento una oferta institucional al Presidente del Gobierno español para alcanzar un Pacto Político entre Euskadi y España sobre dos principios claros:
El principio ético de rechazo a la violencia, y el compromiso de la sociedad vasca con las vías única y exclusivamente políticas y democráticas.
El principio democrático de respeto a la voluntad de la sociedad vasca, y el compromiso de incorporar este reconocimiento y su ejercicio en el ordenamiento jurídico.
Este Pacto sería la llave política que posteriormente fuera ratificada por la sociedad vasca, para abordar un proceso de solución sobre la base de dos compromisos:
El compromiso de abordar el final dialogado de la violencia, cuando se den las condiciones establecidas en la resolución aprobada por el Congreso de los Diputados en mayo de 2005.
El compromiso de auspiciar un proceso de negociación entre los partidos vascos, sin exclusiones, para alcanzar, en un tiempo determinado, un acuerdo político que desarrolle y articule jurídicamente el pacto alcanzado, para su posterior ratificación por la sociedad vasca en un referéndum resolutivo.
La oferta está realizada y desde hoy mismo mi agenda está abierta. Mi disposición es completa y así se lo voy a trasladar personalmente al Presidente del Gobierno español. Tenemos tiempo más que suficiente. Si existe voluntad política, es posible alcanzar un Acuerdo que permita sentar las bases del fin de la violencia y abrir un nuevo futuro de relación política. Podemos, si queremos, abordar la solución de la raíz del conflicto vasco, un conflicto histórico de naturaleza política.
Segundo Paso:
Pleno del Parlamento Vasco en junio de 2008 para refrendar el pacto político alcanzado con el Estado y autorizar una consulta jurídicamente vinculante para su ratificación; o bien para autorizar la celebración de una consulta habilitadora que abra un proceso de solución.
En el próximo mes de junio de 2008, para finalizar el período de sesiones, plantearé la celebración de un Pleno Extraordinario del Parlamento Vasco para que esta Cámara pueda valorar y decidir sobre dos posibilidades:
Bien la ratificación del Pacto Político alcanzado con el Presidente del Gobierno español, así como la autorización para que la sociedad vasca pueda refrendarlo en una consulta jurídicamente vinculante. Esta consulta ratificadora sería la llave para abrir un proceso de negociación entre los partidos vascos.
Bien, la autorización para la realización de una consulta habilitadora, para superar la situación de bloqueo y que sea la sociedad vasca, con su decisión, quien nos traslade el mandato de abrir un doble proceso de diálogo y de negociación que conduzca al final definitivo de la violencia, por un lado, y abordar la solución del conflicto político, por otro.
Mi compromiso es respetar la voluntad de este Parlamento y actuar en consecuencia. Por ello, deseo adelantar, que si por parte de este Parlamento no se refrendara el Pacto Político alcanzado y, por tanto, no se aceptara la consulta ratificadora del mismo, o si, en su caso, se decidiera negar la autorización de una consulta habilitadora que abra un proceso de solución, por supuesto aceptaré la decisión y mi voluntad política será disolver el Parlamento y convocar elecciones en Otoño.
Tercer Paso:
25 Octubre 2008: Consulta de ratificación del Pacto alcanzado, o Consulta habilitadora para abrir un proceso de solución.
Propongo que mediante su opinión, democráticamente expresada el próximo 25 de octubre de 2008, la sociedad vasca abra el camino a recorrer, legitime su contenido y valide un proceso de negociación política.
Este es un aspecto fundamental porque, en esa fecha, la sociedad vasca tendrá en sus manos la capacidad para ratificar el pacto alcanzado o bien para desbloquear la situación y abrir un proceso de solución.
En el primer caso, y siempre tras la autorización del Parlamento Vasco, la sociedad vasca tendrá la oportunidad de ratificar en una consulta jurídicamente vinculante, convocada al efecto conjuntamente por el Presidente español y el Lehendakari, el Pacto Político alcanzado y sustentado sobre el principio ético y el principio democrático que permita abrir un proceso de solución del conflicto político vasco.
En el segundo caso, la sociedad vasca tendrá en sus manos la capacidad para enviar a todas las partes el mandato de abrir un proceso de solución, mediante una consulta habilitadora que, si bien soy consciente, no será jurídicamente vinculante, tendrá plena validez política, social y democrática, para abordar el fin definitivo de la violencia y la solución del conflicto político.
Esta consulta habilitadora representa un cauce lícito y democrático para que los ciudadanos y ciudadanas vascas ejerzan libremente el derecho fundamental de participación ciudadana.
La sociedad vasca será consultada, en este caso, para enviar un doble mandato:
Primero, para que el Gobierno español y ETA inicien un proceso de diálogo con el objetivo de lograr el fin definitivo de la violencia, siempre que ETA manifieste previamente su voluntad inequívoca de abandonar el terrorismo y que las decisiones políticas correspondan a los representantes políticos vascos.
Segundo, para que todas las fuerzas políticas vascas sin exclusiones, inicien un proceso de negociación con el objetivo de alcanzar, en un plazo determinado, un acuerdo de normalización política sobre el ejercicio del derecho a decidir del Pueblo Vasco y sobre el marco de relaciones, tanto internas como externas, que deseamos mantener.
En relación con este tercer paso y sus consecuencias políticas, quiero, también, hablar con claridad para que nadie pueda interpretar intenciones ocultas de carácter electoralista. Deseo adelantar públicamente desde hoy mismo ante esta Cámara que, sea cual sea el resultado de la consulta, tanto si es positivo como negativo, mi compromiso es disolver posteriormente la Cámara y convocar elecciones. Este es un compromiso público e independiente del resultado de la consulta.
Cuarto Paso:
Proceso de Negociación y Referéndum resolutivo en el segundo semestre de 2010
Si todos, incluida ETA, nos hemos manifestado en multitud de ocasiones dispuestos a respetar la voluntad popular, nuestro compromiso debería ser, en primer lugar, aceptar que la sociedad vasca sea consultada y, en segundo lugar, asumir, respetar y dar respuesta a esa voluntad.
De esta forma, una vez celebrada la consulta de ratificación del pacto alcanzado con el Estado o, en su caso, la consulta habilitadora, y si esta es positiva, la siguiente fase natural es que todas las partes implicadas se sientan obligadas democráticamente a dar los pasos correspondientes para iniciar un proceso de solución.
Por un lado, ETA estaría obligada por decisión popular a realizar una manifestación inequívoca, creíble y demostrable, de su voluntad para poner fin a la lucha armada y, en consecuencia, el Gobierno español y ETA abrirían una mesa de diálogo para dilucidar todos los aspectos relacionados con el fin definitivo de la violencia.
Por otro lado, todas las fuerzas políticas vascas, sin exclusiones, estarían comprometidas a poner en marcha una mesa de negociación política para alcanzar, en un plazo fijado de antemano, un Acuerdo de Normalización Política sobre el derecho a decidir del Pueblo Vasco, las relaciones de territorialidad y, por supuesto, todas aquellas cuestiones que los partidos consideren de interés., que a continuación sería sometido a referéndum resolutivo.
Este Acuerdo político debe tener la vocación de la máxima integración, pero sin vetos por parte de nadie. Porque, seamos sinceros, un conflicto de esta naturaleza será difícilmente superable si para la búsqueda de la solución partimos de la premisa de que "todos deben estar de acuerdo", puesto que ello legitima la actitud de bloqueo y de veto de aquellos sectores y partidos que abogan por mantener el "statu quo" alcanzado.
De este modo, a cualquier propuesta de cambio en Euskadi, algunos partidos exigen un consenso y un respaldo popular mucho mayor que el que se exigió y se exige, para mantener el marco jurídico-político vigente, con el argumento de que cualquier cambio o modelo alternativo genera división. Es preciso reivindicar el estricto principio democrático como instrumento fundamental para resolver los conflictos políticos y romper definitivamente la espiral que nos ata indefectiblemente al bloqueo permanente. Así se ha hecho y se está planteando con toda naturalidad democrática en otros conflictos de naturaleza similar al caso vasco, tanto en Europa, con el amparo de la propia Unión Europea, como en el resto del mundo.
Referéndum Resolutivo para la culminación del Proceso en el segundo semestre del año 2010.
El proceso, tanto si deriva de la aprobación del Pacto con el Estado en una consulta ratificadora, como si deriva del mandato democrático de una consulta habilitadora, debe culminar en un referéndum resolutivo que plasme el ejercicio del derecho a decidir libremente nuestro propio futuro.
Es evidente, y la experiencia así lo certifica, que este proceso tendrá dificultades. Podemos tener la tentación de defraudar la esperanza de la sociedad vasca y volver a "caminar en espiral", porque en el fondo es más difícil construir la paz que hacer la guerra. Es más difícil lograr acuerdos que atrincherarse en las "razones de estado". Nuestro compromiso público, y una de las claves del éxito del proceso, es que fijemos de antemano una fecha en la cual se convoque un referéndum resolutivo que cierre el proceso.
En mi opinión, este proceso debería culminar razonablemente en la segunda mitad del año 2010. Un tiempo más que suficiente para la negociación entre las formaciones políticas y para dar respuesta a una sociedad cansada y escéptica que nos demanda seriedad, compromisos y soluciones en plazos y contenidos".

Anónimo dijo...

La consulta popular planteada por Ibarretxe es hoy perfectamente legal en Andalucía y Cataluña. No se trataría de convocar un referéndum, cuya competencia exclusiva es del Estado, sino de una consulta popular sobre una pregunta concreta y cuyo resultado no sería vinculante. No hace falta ser un experto jurista para darse cuenta de ello: LEY ORGÁNICA 2/2007, de 19 de marzo, de reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía. (Aprobada con los votos del Partido Popular). Artículo 78. CONSULTAS POPULARES. Corresponde a la Junta de Andalucía la COMPETENCIA EXCLUSIVA para el establecimiento del régimen jurídico, las modalidades, el procedimiento, la realización y la CONVOCATORIA por ella misma o por los entes locales en el ámbito de sus competencias de encuestas, audiencias públicas, foros de participación y cualquier otro instrumento de CONSULTA POPULAR, con la excepción del referéndum. Artículo 111. Iniciativa legislativa. 3. La ley regulará las modalidades de CONSULTA POPULAR para ASUNTOS DE ESPECIAL IMPORTANCIA para la Comunidad Autónoma en los términos previstos en el artículo 78.

Lo que no entiendo es porqué el Partido Popular y el PSOE no admite este hecho públicamente y los medios colaboran con su silencio.

Anónimo dijo...

Me parece que este referendum, como la mayoría de los importantes que convocan los poderes, se diseñan en su universo, en el momento de convocarlo y realizarlo, en la pregunta, y en el contexto preparado por la campaña, al servicio del reforzamiento del poder, y no de conocer los "deseos mayoritarios de la población".

Anónimo dijo...

A mi el debate identitario me cansa hasta extremos insospechados. Pero que me canse, que no lo considere prioritario, que me parezca que hay cosas más urgentes que atender, no quiere decir que el tema deba ser tratado como lo está siendo estos dias o que deba ser evitado.

Anónimo dijo...

¿Que miedo hay a que el pueblo vasco o la sociedad murciana, si fuera el caso, expresen su parecer sobre un problema político de primera magnitud de su comunidad? Si existe un problema ¿no parece necesario conocer la opinión de la ciudadanía? ¿No es democráticamente necesario en muchos casos conocer directamente, sin la intermediación de las elecciones ordinarias, cual es la opinión de la ciudadanía? Creo que desde una teoría y praxis democrática todas estas preguntas solo tienen una respuesta.

Dicho lo anterior, diré que me da igual como se llame ese referéndum. De autodeterminación, por el derecho a decidir, consultivo, habilitante ... Todo eso son solo nombres. En realidad estamos ante querer o no querer tomar el pulso directamente a la opinión pública sobre un tema trascendental.

En el caso concreto de Euskadi diré que deseo que haya ese referéndum de una santa vez, que lo ganemos quienes queremos seguir vinculados a España (en mi caso con un vínculo federal) y que el nacionalismo vasco y ETA dejen de decir que están en España a la fuerza, pues el dictamen de las urnas habría dejado claro que no es así.Creo que el gran error del nacionalismo español es no entrar a este trapo y acabar de una vez por todas con esta querella histórica. ¿Porque no se hacen un viaje a Canadá, y más concretamente a Quebec, los líderes del PSOE y PP y comprueban que los referéndums que allí se han producido han reforzado la cohesión estatal de Canada en vez de dañarla? Hasta tal punto llega la cosas que el Parti Québécois ya no habla con tanta alegría de los referéndums pues los pierde y la causa independentista pierde apoyos. ¿Porque razón el nacionalismo español no da una democrática leche en la mesa en forma de consulta popular en la que la mayor parte de la sociedad vasca digamos que queremos permanecer en España? Yo, la verdad, no lo comprendo.

Obviamente un referéndum de estas características es mejor celebrarlo con ETA ya desaparecida. Pero esto es algo que nadie puede garantizar. Desgraciadamente no está en las manos de nadie, salvo de la propia ETA. Y si ETA no quiere desaparecer no creo que sea democrático impedir que la sociedad vasca se exprese, por el hecho de que haya una banda terrorista operando. Aceptar eso sería tanto como entender que ETA puede marcar la agenda política vasca y española.

Dicho lo anterior, creo que también al nacionalismo vasco hay que ponerle condiciones de cara la referéndum o referéndums. Si lo pierden que acepten su resultado y digan bien alto que Euskadi ha decidido democráticamente ser parte de España. Y si lo ganan y se abre camino a la independencia será necesario, como ocurrió en Canada con la Ley sobre la Claridad, dejar bien claro cuanto dinero tiene que pagar Euskadi al resto de España por las inversiones realizadas históricamente aqui, la parte del desarrollo que Euskadi debe al resto de España, la forma de respeto a las minorías, la manera de reconocer las dobles nacionalidades, la no inclusión de Euskadi en la UE hasta que la UE la acepte, etc. Vamos que lo de la independencia es precioso cuando se amenaza con ello para sacar ventaja política y económica dentro del Estado que, en verdad, no se quiere abandonar. Pero es algo más serio cuando se va a ejercer de verdad. En Canadá el debate sobre estos temas concretos hizo que personas que simpatizaban con la independencia hayan acabado siendo firmes votantes contrarios a la misma.

Anónimo dijo...

Sería muy interesante que en el referendum hubiese una segunda pregunta en relación a la desaparición de ETA. Si este pais es capaz de decir abrumadoramente ETA NO , no veo ningún problema en que pueda expresar lo que desea para su futuro con sinceridad. Así nadie me podrá decir que ETA gestiona mi voto. Luego ETA va a hacer lo que le salga de los huevos, como siempre, porque la misma argumentación se puede dar si el referendum se bloquea, lo digo en relación a la actuación de ETA.
Está claro que los problemas vendrían de la gestión de las mayorías pero el " virgencita que me quede como estoy" es simplemente miedo al futuro. Existe un problema real con el estado que apareció con toda su crudeza en la gestión del nuevo estatuto de cataluña. Mucha gente piensa que para qué menearse si ya sabemos lo que nos espera.
Siempre en momentos de crisis habrá gente que te diga "no te muevas que va a ser peor" Estoy de acuerdo con el "no imponer-no impedir" pero esto no quiere decir "no mover" Está claro que el gobierno vasco no tiene capacidad para imponer pero en la actualidad Madrid si que tiene capacidad para impedir e impide.
Esto solo se solucionaría con mayorías claras y preguntar es una manera de saber como van esas mayorías.
Y en Quebec¿no se ha preguntado varias veces? A mi esto me suena a cuando se decía por parte de los nostálgicos que en España no podía haber partidos políticos porque entonces se iba a montar la marimorena.
Yo lo tengo claro, en caso de duda: preguntar.

Anónimo dijo...

No sé si tenéis chavalas o chavales adolescentes, pero esta batalla y la del pendiente con los hijos se parecen mucho. Las guerras que tenemos en España a propósito del nacionalismo, de las banderas, del Rey y del Imperio de Carlos I, si no estallan pronto, a causa de la nada, nos acabarán pareciendo lo que realmente son: una gilipollez.

Aprovecho para deciros que me parecen cortinas de humo con que nos intoxican un día sí y otro también los malabaristas de la demagogia especializados en sarpullidos dialécticos. Son como el perro del hortelano, olvidando que el ladrido del chucho tiene, al menos, un sentido práctico y natural.

Anónimo dijo...

Vamos que para, los que como yo, nos sentimos vascos, españoles europeos y federalistas la cosa está bastante chunga.

Han llegado los tiempos de los bandos y las trincheras (dialécticas, aunque algunos añoran la reales) y los que hacemos de puente entre diferentes sensibilidades lo vamos a pasar mal.

Anónimo dijo...

1. Por una parte es bueno hacer una consulta popular y que se tenga en cuenta la opinión del Pueblo. Por cierto, ¿alguien sabe qué se va a preguntar? Aunque tengo la sensación de haber vivido ya esto: se presenta el Plan Ibarretxe, se aprueba en el Parlamento Vasco, no pasa la prueba del Congreso y se adelantan elecciones. ¿a alguien más le suena eso? Resultado: entre otras cosas, un retraso en la aprobación de la Ley del Suelo, con el consiguiente riesgo de que si hubiera ahora otro equipo de gobierno, sin duda habría otra ley del suelo muy distinta. ¿Se repetirá la historia con la Ley de Vivienda? Me da la sensación de que eso al PNV se la suda.

2. Y por otro lado estoy en que parece una cortina de humo para ocultar los problemas de la gente de a pie. No digo yo que el terrorismo no sea un problema, ni mucho menos. Digo que entre los temas prioritarios de la gente no está el modelo de estado.

Anónimo dijo...

A mi me surgen varias dudas políticas con la consulta,
-Sacar esta idea de proceso negociador con el Estado a solo 6 meses de las elecciones generales, es dar por hecho que es imposible negociar con el PP o con el PSOE. A nadie se le pasa por la cabeza que cualquiera de esos partidos va a abrir la mano a una negociación política ahora porque saben que automaticamente pierden las elecciones. Por lo que la primera parte de la iniciativa está invalidada antes de empezar, es solo un brindis al sol o no?
-Otra duda que me surge es que con la segunda parte le vamos a dar un protagonismo excesivo a EHAK ahora que la izquierda radical está mas invisible, EHAK aprovechará ese protagonismo para ser titular de periódicos durante medio año y les habremos hecho la campaña electoral de las autonómicas (como se la hicimos en las municipales). Yo tengo mis dudas sobre lo que votarian al final en el Parlamento, os recuerdo que la modificación del estatuto al final votaron unos cuantos a favor para no tener la losa de haber sido ellos los que habian paralizado el proyecto.
Yo creo que cualquier consulta es buena pero sin saber la o las preguntas, qué medios se van a dotar para la realización material de la propia consulta, qué organismo va a garantizar la limpieza de la misma, etc. es dificil posicionarse.

Anónimo dijo...

Me hacen gracia ciertas condenas de que ejerza la violencia y el terror:

A uno le puede parecer intolerable que haya atracadores que asalten a la gente por la calle, pero esa condena moral no resuelve el problema que se plantea cuando alguien te encañona con una pistola y te reclama la cartera.

Es algo diferente a la condena lo que hay que practicar.

Anónimo dijo...

En Euskadi hay gente amenazada, y esto desvirtúa cualquier proceso electoral o de un referéndum, pero también la hay a la que siendo libre, no habiendo cometido delito alguno, se le ha quitado el derecho a formar parte de una lista electoral si en la misma figura el amigo del vecino de la cuñada de alguien que otrora hubiera tenido amistad con alguien de Batasuna. Esta gente no puede ni convocar manifestaciones, ningún acto público, nada, están proscritos del juego democrático.

Anónimo dijo...

Oskar Referendum ya !

-Para sacar la planta de hormigon del centro del pueblo.
-Para que la Sebera detenga sus malos olores.
-Para la construccion inmediata de la Variante SUR y no al paso de mercancías por la C-2........

Anónimo dijo...

Me han servido mucho tanto los documentos como muchos de los comentarios para hacerme una idea de como están las cosas, cosa que cuesta tanto en este pais.Se agradece la "pluralidad"

Anónimo dijo...

Publico 18/10/07

Euskadi ¿Dónde estás?

Javier Sádaba es catedrático de Ética de la Universidad Autónoma de Madrid

No son pocos los que opinan que los problemas del País Vasco no tienen solución. Para que la tenga se deberían ir poniendo los medios más adecuados de forma que lográramos, si no el paraíso, una vida política sin la tensión y los sufrimientos que actualmente padecemos. Tales problemas tienen una dimensión relacionada con la violencia y otra, con la política. Ambas están, sin duda, unidas e insensato sería negarlo. Hace pocos meses ha finalizado en fracaso la negociación que se entabló, previo acuerdo parlamentario, entre el Gobierno y ETA. El fracaso puede contemplarse desde perspectivas distintas y, como ocurre habitualmente, las culpas habría que repartirlas entre todos los participantes.

Me gustaría, en este punto, ya que es casi unánime la opinión que carga todos los males en una parte, fijarme en lo que al Gobierno corresponde. La negociación estaba en su punto. No ha habido conflicto de características semejantes que no haya necesitado, de una u otra manera, de un final en el que las partes se han sentado ante una mesa. Pero una cosa es aprobar la negociación y otra tener muchas dudas sobre la forma en la que se ha negociado. Me refiero a dos puntos que considero claves. En primer lugar, no sabemos qué es lo que el Gobierno negociaba. Sabemos lo que opinan ETA, Batasuna, el PNV, el PP y todas las siglas que deseemos añadir. Seguimos sin saber qué es lo que propone el Gobierno español. Sólo hemos oído generalidades o repetir que el límite es la Constitución y el Estado de Derecho. Pero la Constitución admite modificaciones, luego es vacío hablar de ella sin añadir nada más. Y el Estado de Derecho no es tanto el conjunto de las instituciones, muchas veces inerte, sino el conjunto de los ciudadanos que se mueven, cambian y, sobre todo, deciden. Y, en segundo lugar, de una ingenuidad supina sería pensar que ETA va a limitarse a negociar sólo la salida de la cárcel de sus presos. Cualquiera que conozca mínimamente sus escritos sabrá que no dice que es ella la que va a determinar qué tipo de país ha de ser el de los vascos, pero sí que quiere que se les consulte. Y a ello, supongo, no va a renunciar fácilmente. Si se tratara exclusivamente de los presos, no habría casi necesidad de negociación. Se me dirá que ETA no es nadie para tutelar la vida política de los vascos. Sin duda. Y vaya por delante que sin ETA, al margen de la maldad moral de la acción violenta, es muy probable que los vascos estuvieran más cerca de obtener lo que reclaman que bajo la sombra de las armas. Por eso, y valga este inciso, no creo que tengan razón los que piensan que el anuncio con fecha de una consulta ayude a ETA. Todo lo contrario. Como es bien sabido, a mayor acción política suele suceder menor uso de recursos extremos y marginales. Esto nos lleva a otro intento de solución que tiene que ver con la última iniciativa del Presidente del Gobierno Vasco.

Efectivamente, Ibarretxe ha propuesto una consulta que, en principio, está diseñada para favorecer un referéndum de autodeterminación. Las protestas no se han hecho esperar. Se le ha llamado alucinado, se ha dicho que es una aventura y un desvarío. Y estas lindezas han salido de la boca de partidos de todos los colores, lo cual demuestra cuánto se asemejan cuando se pasa de cuestiones accidentales a las más sustanciales. Detrás de esta actitud de rechazo hay dos aspectos que convendría estudiar por separado. Uno es legal y es innegable que la legalidad es discutible. Y, por lo tanto, no es de extrañar que se le exija al lehendakari, una vez que participa de la legalidad española, que justifique su propuesta. Pero más importante aún es la postura de fondo que anida en el rechazo frontal a que los vascos puedan expresar sus preferencias a la hora de determinar cuál quiere ser su relación con el Estado español. En esta postura lo que existe es una primitiva y profundamente nacionalista sensación de desgarro si los vascos quisieran reivindicar algún tipo de soberanía. Tal postura lo único que manifiesta es apego emocional a signos del pasado y poca flexibilidad. Como escribió un conocido filósofo, los estados en un tiempo no existieron, actualmente existen y en un futuro podrían volver a no existir. No se entiende, por tanto, cómo algunos se aferran a un concepto de unidad que suena más a viejo organicismo que a una concepción libre de prejuicios respecto a cómo los distintos pueblos puedan formar parte de un lienzo que, al final, ha de ser internacional. Es cierto que la violencia lo embadurna todo, pero uno tiene la sospecha de que sin violencia también saldrían a la escena los fantasmas de la escisión traumática de una parte de España como si ésta fuera un cuerpo orgánico. Todavía más, algunos reprochan al lehendakari que de esta manera está dando bazas al PP. Este tipo de pseudoargumentación es bastante penoso. Se mira con lupa a una posible consecuencia para denigrar un acto. Y, lo que es más importante, la hipotética autodeterminación, al margen de que sea un derecho, fluye de las exigencias democráticas. Es la democracia, expresada a través de los individuos, la que sustenta las normas y no al revés.

El problema es, obviamente, complicado. Pero es necesario reabrirlo con todas las dificultades que presenta y no reducirlo a tiras y aflojas al servicio de los intereses de los grupos políticos. En este sentido, ¿se ha puesto en marcha algún foro que debata con claridad lo que está pasando? ¿Se ha propuesto alguna conferencia o reunión, pública y amplia, en las que se expresen con toda libertad las posturas al respecto? Parece que no. Y es esencial si se quieren ir poniendo las piedras que construyan un edificio en paz. Se objetará que todo lo dicho quedaría sepultado mientras exista la violencia. Habría que pedir a la izquierda abertzale que articule con detalle su proyecto político. De esta manera sería un movimiento autónomo y no un simple eco. Y de esta manera se iría haciendo inútil la violencia. Y a ETA habría que recordarle que los fines, por excelsos que sean, se juegan en los medios. Un medio malo destruye un fin bueno. Matar o intentar matar a un concejal o a un escolta, y es un ejemplo lamentablemente reciente, no sólo muestra lo malos que pueden ser los medios, sino cómo la misma noción de medio se ha pervertido de tal manera que todo vale. Cuando sólo vale lo que es bueno, en los fines y en los medios.