martes, 10 de noviembre de 2015

Cuento para hoy:

A un preso le gustaba mirar al exterior a través de un ventanuco enrejado que había en su celda . Todos los días se asomaba y cada vez que veía pasar a alguien al otro lado de las rejas, estallaba en sonoras e irrefrenables carcajadas.
El guardián estaba realmente sorprendido. Y un día le preguntó :
- Oye,  ¿a qué vienen todas esas risotadas día tras día?
El preso contestó:
- ¿De qué me río? ¡Pero estás ciego! Me río de todos esos que van por ahí.
 ¿No ves que están presos detrás de estas rejas?

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